Superado el primer momento de desconcierto en el que no sabíamos cómo actuar ni cómo proceder, refugiados en nuestras casas pero pensando y trabajando activamente sobre cómo organizarnos operativamente a la vez que la virtualidad iba tomando terreno, BDA fue la piedra fundacional de esta nueva etapa.
Nuestra responsabilidad se centró en concentrar todas las inquietudes de los asociados y buscar los posibles y factibles caminos para sobrellevar ese momento crítico
Las primeras experiencias que fueron surgiendo de las reuniones virtuales con los distintos actores de Créditos y Cobranzas de las Bodegas que participan de la Comisión de Créditos, fueron dando origen a nuevas formas para la gestión del crédito, de la cobranza y del contacto con el cliente. Día a día se fueron demoliendo paradigmas y sentando las bases de una nueva realidad de gestión.
Resultó clave el expertise de cada integrante de la Comisión. Allanó el camino para abordar la transición sin que resultase traumático, ni para las compañías ni para la industria en general.
Igual situación vivían otros satélites del sector, clientes, entidades financieras y agencias de información, ajustaban sus procesos cual engranajes de un motor, para que sus actividades no colapsaran. Se trabajó con todas de la mano de un espíritu de colaboración para no frenar operaciones. Las complejidades devenidas del congelamiento temporario del clearing bancario, de los depósitos de valores en el interior, de la falta de presencialidad de los vendedores/cobradores y de la adecuación de la tecnología, fueron sorteadas de manera exitosa. Ese abordaje satisfactorio fue el resultado del trabajo mancomunado y en equipo, donde nunca se dudó sobre cuál era el norte a seguir.
Adicionalmente, la industria del turismo se desmoronaba. Hoteles y restaurantes sin mercado fueron objeto de consideración de los equipos de créditos de las bodegas. Todas evidenciaron ser solidarias con la realidad. Se concedió tiempo conforme evolucionaban las decisiones gubernamentales de cuarentena para luego comenzar a trabajar en el recupero del crédito. Se negoció día a día y se aceptó con mayor generosidad la incursión en las nuevas tecnologías/medios de pago. El objetivo de trabajo compartido por todos fue recuperar el crédito, apuntalar la supervivencia del sector y capitalizar la experiencia para reformular los métodos de cobranza. Ese mix de acciones posibilitó reducir el número de días en la calle, logrando una mejor performance de cobranza.
La pandemia nos golpeó fuerte. Nos dolió, paralizó y evidenció cuán frágiles somos. Nos condicionó y obligó a buscar nuevas formas de trabajar a la vez que mejorar procesos, tanto a nivel interno como con nuestros clientes, que esperamos se siga manteniendo.
Seguimos hoy trabajando para lograr una mayor estabilidad en la industria a la vez que recomponer guarismos macros. Mientras tanto, hemos reducido la incobrabilidad, el circulante de valores físicos, los días en la calle y la morosidad. Canales de distribución tales como Grandes Cadenas y Mayoristas siguen siendo un desafío para la gestión donde es necesario lograr mejores resultados y estabilidad.
La Comisión de Créditos y Cobranzas de Bodegas de Argentina seguirá creciendo, seguirá siendo el punto de encuentro de la gestión de Créditos y Cobranzas a la vez que seguirá brindando todo el soporte que cada Bodega participante necesite.